En las cercanías de la aldea de Toya, en 1909, un vecino de Peal de Becerro apodado “El Pernazas” descubrió unas piedras grandes mientras trabajaba la tierra.
No se podía imaginar lo que iba a descubrir tras esas grandes losas: la tumba de una rico aristócrata Íbero. Corrió a avisar a su familia para entrar en la sepultura y recuperar los tesoros que permanecían ocultos desde hacía 2.300 años.
La cámara sepulcral de Toya es el mejor ejemplo de la arquitectura funeraria ibérica de nuestro país. Su cronología la incluye dentro de la cultura ibérica de principios del siglo IV a.C.
En el centro histórico de Peal de Becerro se puede visitar el Centro de Interpretación de las Tumbas Principescas de Toya y Hornos, donde comprenderemos como entendían los Íberos el mundo de la muerte y los ritos funerarios.
¿Como llegar al Centro de Interpretación?
La Cámara de Toya se localiza a unos 5 kilómetros en dirección a la aldea de Hornos. La estructura arquitectónica de la cámara tiene una planta cuadrangular y su interior se divide en tres naves longitudinales, la central tiene la única puerta de acceso a la construcción. Las dos naves laterales, a diferencia de la central, están divididas en dos espacios cada una de ellas; el primero, a modo de antecámara, comunica en ambos casos con la nave central. Los sillares de la construcción, perfectamente labrados, se colocaron sin ayuda de grapas o mortero, es decir, van montados en seco. La cubierta se caracteriza por una serie de grandes losas que se apoyan en los muros de las estancias longitudinales.
La Cámara Sepulcral de Toya y Hornos en imágenes
También se puede observar en el interior de la cámara sepulcral, en sus tres naves, nichos rectangulares labrados en las piedras de los muros. A ello se añade un poyo continuo bajo adosado a los pies de los muros y aleros de piedra que vuelan a la altura de la base de los nichos. Las puertas son en general vanos rectangulares pero las dos puertas que comunican las tres naves muestran una característica muy particular de la construcción ibérica de estas tierras, y es que los últimos sillares en vez de ascender hasta encontrarse con el adintelado en vertical se curvan hasta dar la imagen de un falso arco con capitel simulado.
El ajuar de la cámara, que no se excavó con métodos sistemáticos, fue recuperado en parte, es característico de un príncipe ibérico y su familia, y de él destacan las ruedas de un carro guerrero y las magníficas cráteras griegas.
Horarios de visita
- Otoño, invierno y primavera:
- Viernes y sábados: de 16:30 a 19:30
- Sábados y domingos: de 10:30 a 13:30
- Verano:
- Viernes y sábados: de 18:00 a 21:00
- Sábados y domingos de 10:30 a 13:30
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Consejos para la visita